Carta a Alberto Crisafi
Alberto, quiero que sepas en Primero Justicia nunca olvidaremos la huella que dejaste en cada uno de nosotros, pues fuiste un gran ser humano que en todo momento luchó por una Venezuela más democrática, poniendo como valor supremo la Justicia.
Recuerdo que te conocí hace 6 años y un mes. Fuiste el primer dirigente de Primero Justicia con el que hablé y sin duda alguna alguien muy influyente en la formación política que recibí en mis inicios. En mis primeros meses de militancia, convoqué a varios simpatizantes de nuestro partido en mi casa para comenzar a construir equipos en el municipio y recuerdo que me sentí muy mal, pues en esa oportunidad asistió una sola persona. Ante eso, recuerdo tus palabras: "Hijo, sigue adelante, apenas estás comenzando. Vendrán tiempos mejores".
Tuviste toda la razón, pues al tiempo nuestro partido se alojó en muchos corazones que nos ven como una esperanza. Recuerdo todos esos recorridos que hicimos juntos por el estado Miranda, en los que nos ayudaste a mi y Amarilys a construir equipos juveniles en cada municipio de nuestro estado.
Siempre estuviste allí para apoyarme, no sólo a mi, sino a todo el que te lo pedía. En paralelo, íbamos construyendo una estructura política que se fortalecía cada vez más en nuestro querido municipio Sucre. En nuestros comienzos, fuiste una pieza fundamental en nuestra cohesión como equipo.
Aunque lloramos mucho la derrota injusta que sufrió Carlos en octubre de 2004, sentimos alegría cuando fuiste electo en esa oportunidad diputado regional de Miranda por el circuito Sucre-Chacao. Todavía recuerdo tu primera rueda de prensa, en la que presentaste la fracción parlamentaria de nuestro partido al pueblo mirandino.
Te doy las gracias por haberme considerado un joven político con futuro al haberme otorgado la orden José Félix Ribas, condecoración del Consejo Legislativo de Miranda durante el día de la juventud del año pasado. Sin duda alguna fue un honor recibir ese reconocimiento de tu parte.
Cuando nuestro partido sufrió una fractura el año pasado, fuiste uno de los que más abogó por el diálogo y nos llamaba a reencontrarnos con nuestros valores. Siempre que nos hablabas, mofábamos un poco y decíamos: "aquí viene el monseñor a darnos la misa", pero ciertamente en tus intervenciones en cada reunión, nos enseñabas mucho con tus palabras y testimonio.
Siempre hiciste énfasis en que no éramos voluntarios, sino dirigentes políticos y como tal, teníamos que ser cada día más dedicados y entregados al servicio de las comunidades. Toda la vida recordaré cada vez que me decías: "hijo, no esperes que las cosas sucedan, haz que sucedan".
Para todos los justicieros fuiste un gran amigo, dirigente y luchador social, pero más que eso, fuiste un padre, un orientador y un conciliador de Primera. Te juro que te convertirás en nuestra inspiración para ser mejores venezolanos cada día.
Que duro fue para nosotros ver cómo unos criminales te quitaron la vida injustamente. Fue sin duda alguna una fecha oscura y difícil para la familia Primero Justicia. Te confieso que mientras escribo estas líneas para ti, estoy llorando de tristeza porque ya no estás con nosotros en la tierra, pero creo en Dios y sé que él te tiene a su lado ahora.
Te prometo que continuaremos nuestra lucha y daremos todas nuestras energías para que Carlos sea el próximo alcalde de Sucre. Ten también la garantía que más allá de nuestro municipio, seguiremos haciendo de Primero Justicia ese sueño que compartiste con nosotros y juntos, todos los militantes de este partido haremos de Venezuela el mejor país del mundo.
Espero que desde allá arriba puedas leer esto y me despido de ti por ahora pidiéndote la bendición como siempre hacía: Bendición padre.
Luis Eduardo Manzano
Sec. Organización PJ Petare
luisedu6@hotmail.com
Publicado en el Diario La Voz - Sábado 17 de mayo de 2008