Por la fuerza sacaron del TSJ a militantes de Primero Justicia
Después del desalojo los opositores fueron atracados cerca de la avenida Baralt
JUAN FRANCISCO ALONSO
EL UNIVERSAL
Ni siquiera una noche completa duró la vigilia que dirigentes y militantes de Primero Justicia iniciaron el miércoles en el interior del Tribunal Supremo (TSJ), para presionar un pronto pronunciamiento sobre cómo se votará la reforma constitucional, pues los efectivos de la Guardia Nacional que custodian de la sede del máximo juzgado los sacaron a la fuerza.
La denuncia la formuló el alcalde de Baruta, Henrique Capriles Radonski, quien relató a que las 4:00 de la madrugada de ayer unos setenta uniformados, apertrechados con escopetas, escudos y demás equipo antimotín, a empujones y golpes llevaron "en dos minutos" a las 17 personas que pernoctaban en la edificación hasta la inconclusa plaza de la justicia.
"¡Salir, salir, salir!" es lo que les gritaban los guardias, dijo Capriles, quien aseguró que en la conversación que sostuvieron con la presidenta del máximo juzgado, magistrada Luisa Estella Morales, no les puso objeciones a que permanecieran en vigilia.
Explicó que una vez fuera del recinto judicial observaron una camioneta Toyota Prado, color plata, se acercó por la avenida Baralt. "Yo tenía la información de que había unos agentes de Inteligencia, de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) y/o de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) en las inmediaciones y cuando llamé a mis escoltas para que nos viniera a buscar se los advertí. Les dije: mosca, hay funcionarios de inteligencia por los alrededores".
Prosiguió diciendo: "De repente cuatro hombres nos encañonaron por la espalda y nos dijeron que no volteáramos. Nos ordenaron que vaciáramos los bolsillos y que le diéramos todo", afirmó, al tiempo que dijo: "¡Vaya impotencia! Una cosa es que te robe el hampa y otra que te robe un policía".
Este diario conversó telefónicamente con algunos de los responsables de la seguridad del TSJ, quienes negaron que hubieran empleado la fuerza para desalojar a los opositores. "Se les pidió salir. No hubo golpes", aseguró un uniformado.